Cuando se descubre el valor y la potencia de las dinámicas participativas también se aprende que es necesario evitar caer en la monotonía de utilizar siempre técnicas similares: la diversidad metodológica está muy relacionada con la motivación.
En la búsqueda de recursos variados, se puede tender a buscar permanentemente cosas nuevas. Y así se puede olvidar que hay viejas técnicas que hace ya mucho tiempo demostraron funcionar.
El «Phillips 66» es, por ejemplo, una técnica a utilizar con grupos grandes cuando los objetivos son: la mayor participación posible, la búsqueda de opiniones diversas (en poco tiempo) y la necesidad de síntesis. Consiste en:
- Dividir el gran grupo en subgrupos de 6 personas
- Pedirles que discutan durante 6 minutos un tema sobre el que han de llegar a una conclusión
- Presentarla al gran grupo.
Se desarrolla en 3 fases:
- El facilitador explica la técnica y el modo de operar en cada subgrupo, formula la pregunta sobre el tema de que se trate y gestiona el tiempo (avisando con antelación para que puedan cerrar sus conclusiones).
- Cada subgrupo elige un coordinador y un secretario. Cada persona da su opinión brevemente (ronda) admitiéndose comentarios también breves. El secretario hace la síntesis acordada.
- En el grupo grande, los secretarios presentan sus síntesis parciales y se hace una síntesis final .
La mejor forma de utilizar la técnica es con flexibilidad, es decir:
- Cambiando las duraciones de tiempo y los tamaños de grupo en función del tema y del número de personas
- Trabajando la síntesis final con otras técnicas si hay mucha divergencia o si algunos temas quedan muy abiertos. Aquí por ejemplo, se puede reunir el grupo de secretarios para elaborar las conclusiones -bajo el mismo patrón de duración de las reuniones previas- antes de presentarlas al gran grupo. Otra alternativa sería generar una «discusión escalonada», es decir, se volverían a crear grupos para debatir los temas «candentes» y generar conclusiones.
Si te interesa el tema de las dinámicas participativas, en este mismo blog podrás encontrar algunas otras, como por ejemplo:
- “La vuelta a la mesa”: una técnica para evitar interrupciones
- El «Giro»: la prototécnica del World Café
- Una dinámica [no] formativa para el descubrimiento y la cocreación
- Mis apuntes sobre el método “World Café”
Me ha resultado muy interesante esta técnica, que permite por una parte la confrontación de ideas o el surgimiento de otras nuevas, pero exige por otro lado síntesis y respetar cierta estructuración.
Creo que su utilización puede resultar de gran utilidad en muchos casos, gracias por compartirla.
Un abrazo
Pablo Rodríguez
Hola Alberto:
Esto se parece mucho al word café, puedes comentar un poco las diferencias que existen
Gracias, Pablo, particularmente pienso que es especialmente útil para recoger opiniones de partida y para que la participación sea más equilibrada en cuanto a tiempos de intervención por persona.
Sin embargo, es un poco débil para el surgimiento de ideas ya que las posibilidades de asociación son más bajas que con otras técnicas.
Por lo demás, encantado de verte de nuevo por aquí :)
Hola, Julio:
Aparte de temas formales como el «talk stick» o el café, que también podrían ser usados para enriquecer esta técnica, aquí la limitación de tiempo es mayor y la posibilidad de asociar ideas es menor ya que la participación está bastante limitada y no hay rotación de las personas por las diferentes mesas.
En todo caso, y en cuanto a parecidos, espera a la próxima técnica que voy a publicar, que considero que es el embrión de donde nace el «world café».
Gracias por tu aporte.
Hola!! muy interesante, me gustaría citar lo que es esta técnica, me podrías ayudar a como hacerlo,
Hola, Heidy: No entiendo a qué te refieres. Los contenidos de este blog tienen una licencia cc by sa.
Sumamente interesante.Trabajé en mi aula el Phillips 66.