Carl Rogers decía -en otros tiempos ya lejanos- que en un entorno que cambia sin cesar, el objetivo de la enseñanza no puede ser la transmisión del saber sino la facilitación del cambio y del aprendizaje. Entendiéndolo como algo experiencial y profundo. El aprendizaje no se sitúa «más alto que la nuca» sino a «nivel del abdomen» y concierne a la personalidad entera.
La comprensión empática es una de las tres llaves que abren esta puerta y me gusta la simplicidad con la que Rogers explica la habilidad. Percibir de modo empático es percibir el mundo subjetivo de los demás «como si» fuéramos esa persona, sin perder de vista, sin embargo, que se trata de una situación análoga, «como si». Me parece importante el matiz ya que frecuentemente suele confundirse «empatía» con «simpatía»: «Soy demasiado empátic@ y lo paso fatal…».
Etimológicamente «patía» viene de «pathos« (sentimiento o experiencia) y es común a:
- «anti-patía» (sentir y mostrar lo contrario de lo que siente el otro)
- «a-patía» (sin sentir ni mostrar comprensión de los sentimientos de los demás)
- «sim-patía» (sentir por el otro, en su lugar, incluso tanto o más que el otro)
- y «em-patía» (sentir con el otro)
Para entender estas diferencias más empáticamente suele resultar útil hacer algún role-playing en el que alguien cuenta una situación problemática por la que ha pasado a distintas personas que van respondiendo con las distintas variantes de «pathos».
Aquí, una de las claves es entender que la empatía es algo que nos hace no solo más humanos sino también más eficaces. En este sentido, cuando alguien siente exageradamente no estaría siendo empático sino simpático, no estaría tomando la distancia mínima necesaria y difícilmente serviría de ayuda al otro o contribuiría a la construcción de confianza. Más concretamente y a modo de ejemplo, si me pongo a llorar las penas de los demás no solo no les ayudo sino que les fastidio.
Tipos o niveles de empatía
Me gusta también la diferenciación de niveles que establece Goleman entre:
- «empatía primordial» (interpretar adecuadamente lo que sienten los demás)
- «sintonía» y «sincronía» (escuchar de manera totalmente receptiva y mostrar verbal y no verbalmente la comprensión)
- «exactitud empática» (comprender en profundidad los pensamientos, sentimientos e intenciones)
- e «interés por los demás» (interesarse por sus necesidades y actuar en consecuencia)
Entiendo que se solapan pero indican un camino de trabajo personal para el desarrollo empático. El interés por los demás, particularmente, indica que la empatía no es solo una actitud que favorece la llegada de inputs sobre como se sienten los demás sino que ha de ser también expresada con claridad (verbal y no-verbalmente) para la construcción del rapport. En este último punto suele ser interesante hacer algún ejercicio individual o grupal para la búsqueda e identificación de expresiones concretas de empatía.
¿Me puedes ayudar a enriquecer este discurso y estas prácticas?
Hola Alberto
Somos emocionales primero y racionales después.
Existen condiciones prefijadas para generar aprendizajes significativos con éxito. Fondo cognitivo previo y otras cosas más, pero al final, lo que cuenta es algo tan sencillo como la disponibilidad, quiero o no quiero. Y, mientras ese pequeño detalle no se tenga en cuenta por algunos docentes, los discentes seguiremos a lo que estamos, es decir a lo nuestro.
Un saludo
Hola Alberto:
Me ha parecido magistral la exposición que haces y la verdad poco puede añadir para enriquecerlo. Me ha gustado mucho también el análisis que hace José luis sobre la disponibilidad. En fin, que chapeau por los dos.
Un abrazo
Hola Alberto, hola a tod@s!
En este enlace encontrarás un pdf sobre educación emocional. Incluye un enfoque bastante interesante y unos ejercicios prácticos que adaptados al colectivo y al objetivo pueden ser de tu interés.
http://www.scribd.com/doc/6961006/manual-de-educacion-emocional-para-formadores
Un abrazo.
Gracias, José Luis:
Para mi lo que dices es lo más duro de los procesos formativos: cuando las personas convocadas no quieren estar y/o no quieren cambiar.
Hay otros casos en que la actitud es abordable desde el impacto para la toma de conciencia, pero también es cierto que incluso esos impactos duran poco si luego no hay coherencia y seguimiento en el día a día.
Gracias por tu comentario.
Hola, Fernando, te agradezco los piropos… aunque las pedagogías vivenciales son imposibles de contar y hay que vivirlas, ésta va a ser mi nueva línea en el blog: contarlas por si alguien puede usarlas en su entorno o por si quiere compartir conmigo las suyas propias.
Visi: ¡¡¡muchas gracias!!!
En cuanto pueda lo «digiero» y te digo algo (me llevará unas semanas porque voy un poco cargado…).
Buenos días Alberto, he conocido tu blog gracias a Josep Julián y te felicito tiene un aire muy fresco y directo.
En relación a tu post sobre la empatia estoy muy deacuerdo en los diferentes niveles que comentas, por ello y con el ánimo de contribuir permiteme que te adjunte un post de mi blog, creo que puede ayudar. http://diegomartosemprendedor.blogspot.com/2010/01/no-me-hables-cuando-te-estoy.html
Por cierto, me he hecho seguidor tuyo. Un abrazo!
Diego Martos
Muchas gracias, Diego, por pasar y por dejar tu contribución que ahora mismo voy a leer.
Me voy para allí…
Alberto